Las potentes tormentas del sistema solar
Aunque no se deben subestimar las tormentas de la Tierra, como la que vemos en este momento En el norte, los ciclones parecen girar en sentido
antihorario, como este par de remolinos formados en 2006 en la costa sur de
Islandia, en el hemisferio sur, parecen girar en sentido horario, aunque nuestros vecinos planetarios pueden generar tempestades de proporciones
cósmicas.
En este momento, las tormentas abundan en la superficie
terrestre. El huracán Florence está pasando por las Carolinas y, en la otra
punta del mundo, el tifón Mangkhut arrasa las Filipinas, mientras más tormentas
tropicales se arremolinan en el Atlántico.
No podemos subestimar la fuerza de estas tormentas, pero la
Tierra no es el único planeta que puede desencadenar su furia en forma de
tempestades.
Quizá la más famosa del sistema solar sea la Gran Mancha
Roja de Júpiter. La vorágine de color óxido es tan gran grande que la Tierra
entera cabría en su interior y los científicos creen que lleva girando unos 150
años. La sonda Juno de la NASA llegó al gigante gaseoso en 2016 y nos regaló
unas de las imágenes más cercanas de esta tormenta gigantesca. Pero todavía
quedan muchas incógnitas. ¿Por qué es roja? ¿Qué alimenta este bucle ciclónico?
Y ¿por qué parece que el tamaño de la mancha roja está disminuyendo?
Sin embargo, la monstruosa tormenta de Júpiter palidece
junto al hexágono de Saturno, un enorme torbellino polar en el que pueden caber
casi cuatro tierras. Incluso la fina atmósfera marciana consigue formar
ciclones tenues cerca de los polos y —como ha ocurrido este año— puede generar
tormentas de polvo que cubren todo el planeta y son lo bastante densas para
bloquear la luz solar.
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