La NASA se dispone a «tocar el sol». ¿Cómo lo hará?

El sol lleva casi 5.500 años preparado para un primer plano
y, ahora, la NASA por fin ha emprendido rumbo hacia la superficie de nuestra
estrella.
Tras unos cuantos retrasos, la sonda Parker se lanzó el 12
de agosto a las 9:31 (hora peninsular española) en un cohete ULA Delta IV en
camino hacia la órbita solar. La sonda, equipada con cuatro conjuntos de
instrumentos, funciona —cómo no— con energía solar y obtendrá energía de la
estrella que estudia en el transcurso de su viaje de siete años.
¿Cuál es su misión? Resolver algunos de los misterios
persistentes sobre el sol acercándose a él más que nunca.
«El sol está en cambio constante, siempre en movimiento,
atraviesa periodos de una violencia increíble», explica Alex Young, del Centro
de vuelo espacial Goddard de la NASA. «Es una estrella muy dinámica».
Ha nacido una estrella
El sol ha alimentado la vida en la Tierra durante miles de
millones de años, y ha dado pie a teologías y mitos a lo largo de la historia
humana. Es ineludible, su presencia es innegable, excepto en los entornos
terrestres más extraños.
Sin embargo, no sabemos exactamente cómo funciona.
Durante más de un siglo, los astrónomos han estudiado la
estrella más cercana. La han observado en todas las longitudes de onda del
espectro electromagnético, empleando telescopios de la Tierra y el espacio que
se han diseñado especialmente para resistir su mirada abrasadora. Pero,
independientemente de lo mucho que lo intenten los científicos, no han logrado
descifrarlo.
Quizá se deba a que, hasta ahora, ningún telescopio se ha
acercado lo suficiente como para estudiar verdaderamente la estrella desde el
lugar donde ocurre la acción.
«Necesitamos introducirnos en la región de actividad donde
se encuentran todos los misterios», afirma la científica de proyectos Nicola
Fox, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.
El imperio del sol
La sonda, bautizada en honor al astrofísico de 91 años
Eugene Parker, el primero en identificar la corriente de partículas
supersónicas denominada viento solar, tiene un triple objetivo.
Para empezar, el viento solar, que emana del sol, se
extiende hasta el límite del sistema solar, acelerando a partir una brisa
relativamente lenta cuando está cerca de la estrella hasta convertirse en una
corriente de energía y materia más rápida que el sonido que atraviesa el
espacio a millones de kilómetros por hora.
Dos de las preguntas candentes que la misión pretende
responder son qué acelera ese viento solar y por qué es tan rápido, un fenómeno
que aclararía la dinámica interna de la propia estrella y que incluso podría
contribuir a los experimentos de fusión nuclear en la Tierra.
La sonda también estudiará las tormentas que a veces se
desatan en la superficie solar y arrojan enormes masas de materia al espacio,
denominadas eyecciones de masa coronal. Si estas nubes cargadas chocan con la
Tierra, pueden generar auroras preciosas, pero también son peligrosas para los
astronautas y pueden interrumpir los sistemas de comunicaciones y las redes
eléctricas.
«Tenemos la tecnología, tenemos a gente en el espacio, pero
tenemos que entender y caracterizar el lugar al que viajamos», afirma Young.
Para resolver estos misterios, la sonda necesitará dar
varias vueltas alrededor de la corona solar, la parte de su atmósfera superior
que arde a varios millones de grados centígrados. Esto plantea otro enigma
solar: los científicos no saben por qué la corona está tan caliente, mientras
que la temperatura de superficie del sol es de «solo» 5.500 grados Celsius.
« ¿Por qué la corona está 300 veces más caliente que la
superficie del sol?», se pregunta Fox. Es otra pregunta que la misión espera
responder.
Sunset Boulevard
Introducirse en un entorno tan sofocante no es tarea fácil,
y la sonda Parker alcanzará más velocidad que cualquier otra sonda hasta la
fecha. Para su última órbita solar, dentro de varios años, la nave viajará
sobre la superficie solar a un máximo de 700.000 kilómetros por hora, lo
bastante rápido como para viajar de San Francisco a Los Ángeles en menos de
tres segundos.
Su viaje al corazón del sistema solar comenzará pasando
junto a Venus en octubre, lo que ayudará a centrar la órbita de la sonda hacia
el sol. Y después, «nos encontraremos con Venus otras seis veces durante
nuestra misión de siete años, lo que nos permitirá acercarnos cada vez más al
sol hasta nuestro acercamiento máximo, a solo 6,61 millones de kilómetros sobre
su superficie», explica Fox.
Si crees que no parece un lugar idóneo para darse un paseo,
no te equivocas. La sonda lleva un escudo térmico especial de unos 11
centímetros de ancho que protegerá el instrumental que lleva a bordo del
intenso calor del sol. El diseño del escudo, elaborado de compuesto de carbono,
se parece a un sándwich que intercala espuma, malla y placas de material.
«La mayor parte del instrumental está en la parte principal
de la sonda y se encuentra dentro de la sombra que proporciona el escudo
térmico», afirma Fox.
Sin embargo, algunos instrumentos se asomarán tras el escudo
de 72 kilogramos para recopilar datos fundamentales sobre campos magnéticos, radiación,
partículas y energía.
Si todo va bien, la misión durará siete años. Cuando llegue
la hora de despedirnos de la sonda Parker, los directores de la misión dejarán
que esta navegue hacia el olvido.
«Cuando nos quedemos sin combustible, la nave empezará a
girar y, llegados a ese punto, algunas partes que no están diseñadas para el
entorno solar completo se derretirán», explica Fox. Conforme la sonda se vaya
empequeñeciendo, sus fragmentos se fusionarán con el sol.
Bueno, eso es Todo Amigos, espero que les haya gustado. Amo descubrir cosas nuevas y más si es de algo que me gusta. Adoro nuestra familia, familia espacial ¿que tal si los llamo ahora así? Familia Espacial ¿No les gusta? Comentenlo y siempre estaré abierta a nuevas sugerencias. Hasta la Próxima, Adius.
Aquí está un vídeo de la sonda hacia el Sol, disfrútenlo.
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